Nadie advirtió tu ausencia.
Nadie.
Pero mi silencio pastoso,
el desorden de mis pestañas,
mi anochecer profundo
y las manchas de tristeza
adornando el cuello
de mis camisas,
susurran tu nombre.
Ahora todos
-incluso quien no te conoce-
todos,
sabrán que me faltas.
Fotografía Original: Robert Doisneau
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4 comentarios:
Brillante.
Un abrazo.
Gracias por detenerte un instante para dejarme tu impresión.
Saludos salados
Toni
Más que genial!
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