Después de temblar
y de enhebrar el vértigo
de lo improbable en equilibrio,
como un lobo atormentado
por la furia de su instinto:
devora la luz,
donde agonizan las formas que no existen
y la palabra desvanece
sobre profundas espirales
con retorno a ningún sueño.
Fotografía original: www.laetus.blogia.com
y de enhebrar el vértigo
de lo improbable en equilibrio,
como un lobo atormentado
por la furia de su instinto:
devora la luz,
donde agonizan las formas que no existen
y la palabra desvanece
sobre profundas espirales
con retorno a ningún sueño.
Fotografía original: www.laetus.blogia.com
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