sábado, 2 de febrero de 2013

Estatuadesal - Marionetas

Las arañas
tejen sombras
en la recamara del asesino,
equilibran sus mentiras
sobre balanzas de azúfre
donde ningún hombre
pesa más
que el valor de su fortuna.

Así reza
la voz bastarda del agua,
cuando todas las alternativas
nos doblegan
ante la gran estafa que gobierna
nuestra incapacidad de movimiento.

Estatuadesal - Convicción

Así como las hojas
danzan en el árbol
anunciando la tormenta,
el crujido de esa rama
en el camino,
delatará tus pasos.
Pero avanza,
no te detengas por nada,
haz que salten todas las alarmas,
que nadie dude ni un instante
en la firmeza
que dirige tu mirada
hacia el futuro.

Estatuadesal - Grisáceas

Y así, el día,
entre cenizas
de cuerpos hacinados,
sentencia a muerte
el trasiego conformista
de la derrota,
donde máscaras grisáceas
-sobre un nicho de plumas-
cosen su boca a la ceguera
tensando el hilo que sostiene
este absurdo telón
de sombras movedizas.

Estatuadesal - Huéspedes del Ocaso

Perverso el rastro
que se esfuma
atormentando
la senda escarpada
del olvido.

Perverso el rastro,
como obsceno
es el gemido de la sangre
entre los labios,
su antifaz de silencio,
la palabra esquiva
que -en el cielo de la boca-
esculpe la culpa
de antiguos huéspedes
del ocaso.

Estatua de Sal - En Espejismos

Los sueños
se tornan equilibrio
tan solo recorriendo
la distancia que nos une
iracional
en espejismos.

Creeme
de nada sirven las palabras
si al nombrarlas
nos arrastran al silencio.