8 de mayo de 2004
4:40h. En noches como esta, “los gritos del silencio” son más fuertes que el cansancio acumulado. Son noches de desasosiego e incertidumbre, en las que el “tornado” se desboca ofreciéndonos la cara oculta de la luna.
El insomnio deambula entre la realidad y los sueños, es un foco capaz de disolver la neblina espesa de la conciencia. Enfermedad insanable de la palabra.
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