Me precipitas reflejos,
donde la oscuridad
es un puñal en manos extrañas
que besa los infiernos,
respirándome cada treinta segundos,
recordándome las tumbas
que florecen como dioses
en los incisivos del cristal.
Tu amor
es la defecación dolorosa
de unos ojos cosidos a contra-vena.
Y me odio cuando gritas y yo insisto en estar sordo...
Túnel.
Fotografia: Estatuadesal
2 comentarios:
"Y me odio cuando gritas y yo insisto en estar sordo..."
Me quedé temblando después de leer esto. Me encantó tu poesía. Tiene una fuerza excepcional.
Lo mismo pienso de tus versos, me alegra haberte descubierto. Un abrazo de olas
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