Ahora
desafilo cuchillos.
Dedicarme con paciencia
a raer sus cantos acerados
y lanzar luciérnagas
al infierno que se agrava
bajo el cielo,
reajusta mi equilibrio.
Dedicarme con paciencia
a raer sus cantos acerados
y lanzar luciérnagas
al infierno que se agrava
bajo el cielo,
reajusta mi equilibrio.
He aprendido
tanto a medir el ancho
de lo profundo
como a no temer
vaciarme por sorpresa
los bolsillos:
tanto a medir el ancho
de lo profundo
como a no temer
vaciarme por sorpresa
los bolsillos:
el secreto
que escondo
es tan tuyo como mío.
es tan tuyo como mío.