Ningún poema,
ninguna espina,
ningún adiós
sólo esta lluvia inoportuna,
como lágrimas de lodo
derramadas sobre el mar
contra viento y marea
-contra tu y yo-.
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Incluso en los abismos habitan horizontes reveladores
2 comentarios:
Tremendo poema este. Estremecedor,la verdad.
Saludos.
Me alegra encontrarte de nuevo después de tanto tiempo, espero que la vida te sonría.
Gracias por dejarme tu comentario
Saludos salados
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