Allí,
donde se hacina la noche
y de su azufre, se dibujan muecas
en los surcos de una mano que se duele
desprendo la ridícula máscara
que sobrevive a la voracidad de los ángeles,
la burla fastuosa del destino en la palabra,
el sombrío tacto de un invierno silencioso.
domingo, 25 de enero de 2009
domingo, 18 de enero de 2009
Estatuadesal - Quedate
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