Llueve
y el silencio abre una ventana a la tormenta.
Entre cortinas,
una boca grita sus pañuelos a la noche
que no aciertan a enjugar
el verde ocre
que humedece las aceras.
Demasiado tarde,
el poema arañó el insomnio
y te preguntas
si habrá espacio en las palabras
para librar otra derrota.
sábado, 24 de abril de 2010
Estatuadesal - La Indiferencia de la Luz
La indiferencia de la luz
confirma la oscuridad
de mis presagios.
Nadie
auxiliará el grito
de los hombres que
-lanzados al abismo del azar-
persiguen en el vértigo
su propio destino.
Ningún mensaje
traspasa la máscara
que nos separa
de nosotros mismos.
confirma la oscuridad
de mis presagios.
Nadie
auxiliará el grito
de los hombres que
-lanzados al abismo del azar-
persiguen en el vértigo
su propio destino.
Ningún mensaje
traspasa la máscara
que nos separa
de nosotros mismos.
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