Aquí te nombro, amor
-tragando dunas-
y mi voz es un desierto
que se duele,
que dibuja tu sonrisa
bajo el gris de la tormenta,
en este oasis sin ventanas
donde habita la distancia
que me quiebra
y que maldigo
en la soledad del silencio.
domingo, 29 de marzo de 2009
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